¡No somos solo un cuerpo!

Nos importa mucho nuestra apariencia física, pero hemos olvidado que NO somos nuestro cuerpo físico. Solo lo habitamos.
Claro que hay que cuidar de él, es nuestro templo; gracias a él, podemos experimentar la materia y tener la posibilidad de crecer espiritualmente, a través de las experiencias de la vida. Es un vehículo maravilloso que despreciamos continuamente.
¡Es cierto que somos privilegiados de poder disfrutar de un cuerpo!
Muchos seres están esperando  para reencarnarse en la tierra y tener, a su vez, la posibilidad de mejorarse como persona y acceder a otro nivel vibratorio. No se puede tener verdaderos cambios sobre la Tierra, si nada cambia primero en nosotros.
Somos creadores de nuestra vida a cada instante.
¿Qué significa esto? Que lo que estoy pensando se va definiendo.
¿Pienso en un mundo de paz y belleza, o en un caos total, quejándome y renegando?
¡Lo que pienso es lo que voy a tener! Para ayudarte a que cambies tus pensamientos puedes practicar el ejercicio de la gratitud. Al realizar este ejercicio cambiarás la forma de ver tu vida, las personas que te rodean y los hechos que te suceden. Con este sencillo ejercicio, que no te llevará más de diez minutos, en poco tiempo te permitirá contemplar el ser de luz que eres.